Edición digital de Heraldo de Aragón del 17 de diciembre de 2013.
Visto desde San Mateo, este artículo del Heraldo provoca cierta envidia.
Los vecinos de Peñaflor cuentan con el apoyo de su ayuntamiento para tratar de
acabar con una situación que, además de suponer un grave trastorno para el
barrio rural, denota el grado de abandono al que está sometido en ciertos
servicios públicos.
Apenas unos kilómetros más al norte, San Mateo vive la misma situación
lamentable. Habituales cortes de suministro eléctrico con sol, lluvia, viento o
niebla. La gran diferencia, otra gran diferencia que cotiza San Mateo a la baja
si lo comparamos con los demás pueblos de su entorno, es que el ayuntamiento
sanmateano no mueve un solo dedo para defender a sus vecinos. Ni ahora, con la
alcaldesa Solanas, ni antes, con los anteriores alcaldes.
Y es que, como va demostrando el tiempo a diario, aquí, en San Mateo, donde
pagamos algunos impuestos que más parecen del Paseo de la Independencia de
Zaragoza, para ser considerado un buen vecino al que el ayuntamiento toma en
cuenta, solamente son necesarios dos requisitos: ser adepto al alcalde de
turno, y no quejarse nunca de lo mucho y malo que sucede en este pueblo.
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