Antecedentes.
En
los blogs El Blog de San Mateo de Gállego por Winchester y El Blog de los
Populares Decentes de San Mateo de Gállego, además de mis escritos en
Foro-Ciudad con mi usuario Winchester, se puede encontrar abundante
información, además de mis opiniones, de cómo se hace política en San Mateo. En
ellos figuran los antecedentes previos a la denuncia que me interpusieron la
entonces alcaldesa de San Mateo y el secretario municipal, acusándome, con
absoluta desfachatez, de hechos que ellos sí han practicado innumerables veces,
tales como la mentira, la calumnia… y otros que pueden apreciarse leyendo los
citados blogs.
El
Juicio.
El 28 de abril de 2016 asistí como
protagonista a un triste y lamentable espectáculo de bajeza moral y ética como
pocos he visto en toda mi vida. Un espectáculo en el que la mayoría de los
actores, mediocres en su papel pero insistentes en mantener sus mentiras, me
parecieron verdaderos comparsas de la vergonzosa y repugnante vida política de
un pueblo que, ahora comprendo hasta qué punto es cierto, es el hazmerreír de
la comarca y el perfecto ejemplo de la desidia, la incompetencia y la chapuza
como forma habitual de gestión pública.
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Solanas según psoesanmateo.es |
Isidora Solanas acudió al juzgado
acompañada, más bien tutelada, de su aún entonces jefe y amo político, quien la
dominó durante años de alcaldía y sin ningún disimulo, el secretario municipal
Ángel Pueyo Fustero. También la acompañó el actual alcalde, José Manuel
González Arruga, que ya dio muestras de su forma de hacer política comenzando la
actual legislatura mintiendo en el primer pleno ordinario, siguiendo una de las
más arraigadas costumbres socialistas en San Mateo: La falsedad por sistema y
costumbre.
Como declaré ante la juez, todo este
caso no era más que otra maniobra del juego de denuncias selectivas contra
disidentes, pagadas, o eso pretendían los denunciantes, con el dinero de los
contribuyentes sanmateanos.
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Ángel Pueyo Fustero Secretario Municipal al que le pica la cabeza cada vez que aparece un reportero |
Y estas denuncias, auspiciadas
también por el apoyo de los socialistas en las comisiones de hacienda y en los
plenos ordinarios y extraordinarios, destapaban lo sucio y podrido de buena
parte de esa clase política que gobierna este pueblo con el aplauso de una
mayoría de votantes y el apoyo de no pocos trabajadores municipales (alguna de
ellos mintiendo en sede judicial asegurando saber cosas de las que no tenía ni
idea). Unos por devolver favores. Otros, por conservar sus puestos de trabajo
y, en algunos casos, por agradecimiento a la mano que les da de comer.
El juicio que aquí paso a relatar,
es tan solo un capítulo más de la dilatada historia que, durante años, ha ido
conformando la vida política – y parte
de la vida social – de San Mateo de Gállego, un pueblo del que no poca gente se
va, y del que no menos sanmateanos querrían marchar, según confiesan. Tanto
este juicio en el que me senté en el banquillo, como el que casi los mismos indeseables
interpusieron contra Edmundo Núñez, concejal y portavoz del Partido Popular,
por denuncia falsa, y del que, como yo, salió absuelto (de lo que se puede
deducir que no mintió ni denunció falsamente) son parte de toda esta farsa que
San Mateo vive entre cobardía, corrupción, traiciones y autocomplacencia, y que
en contra de lo que un anterior alcalde aseguró, mintiendo, inmerso en la más
delirante demagogia, cuando dijo que San Mateo era la punta de lanza de la
comarca del Bajo Gállego, mantiene a este pueblo en un retraso muy conveniente
para poder mantener el control por parte de ciertos intereses.
En
pasillos, antes del juicio.
El ambiente era el habitual de los juicios promovidos por
la banda del secretario municipal. Cierto jolgorio y sonriente colegueo para
tratar de transmitir a los que allí nos encontrábamos que el juicio estaba
ganado de calle, Que lo tenían “todo controlado”.
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Miguel Ángel Pinedo, el abogado locuaz |
Eché a faltar a dos habituales de semejante circo de
“talentos”. Al condenado exconcejal de urbanismo y teniente de alcalde de
Isidora Solanas, Jesús Sala, corrupto, traidor e intrigante, a quien ya
llevaron a mentir como testigo a algún juicio anterior, y cuyos absurdos
testimonios jamás fueron tenidos en cuenta por ningún tribunal; y al exalcalde
Villagrasa, que no estuvo allí en esta ocasión para llamarme “hijo de puta” refugiándose
como el cobarde que es entre sus obedientes y agradecidos servidores de
estómagos agradecidos, como hiciera a la salida de un juicio anterior en el que
él era el acusado de vejar a una empleada municipal. (Ya se sabe. Ese feminismo
izquierdista que solo defiende a las izquierdistas)
El
juicio.
Ante la juez me ratifiqué en lo escrito en mi blog
palabra por palabra. En ningún momento estuve dispuesto a retirar nada de lo
que escribí ni a disculparme por ello, exactamente igual que un año atrás en mi
declaración ante el juez de instrucción y el impresentable abogado de la
acusación, el histriónico Miguel Ángel Pinedo. Es decir; defendí mi punto de
vista y los hechos documentados, y no me retracté de nada en absoluto, por
llamar “déspota” y “doméstica del secretario” a la entonces alcaldesa de la
“legalidad y la transparencia” Isidora Solanas, hoy afortunadamente desalojada
de los puestos de poder municipal, ni me retracté de mi afirmación en cuanto que
ella, por ser alcaldesa, había sido contratada por un proveedor de la Fundación
Santa Engracia que ella misma presidía, como posteriormente quedó demostrado
por la documentación aportada y hasta por el propio reconocimiento de la ex
alcaldesa ante la juez, consistente en decir que era cierto que la empresa
proveedora de la Fundación Santa Engracia sí la había contratado y pagado por
sus servicios.
El victimismo con el que se presentó la exalcaldesa de
“la legalidad y la transparencia” hubiera hecho sonrojarse a cualquier persona
cabal. Pero entre los asistentes en la sala había bien pocas personas cabales.
Isidora Solanas se declaró ante el tribunal con estudiada
actitud, fingiéndose desvalida, tratando de sacar partido al hecho de que tanto
juez como fiscal eran mujeres. Quizás hubiera sido mejor para ella acudir
vestida de un modo más acorde a las circunstancias; pero pareció conformarse
con su habitual aspecto de leñador del Canadá. La misma mujer que pocos años
antes “echaba pestes” del secretario municipal y del concejal socialista que
ahora es alcalde, aparecía acompañada por ellos y fingiendo en su declaración
una humildad y sentimiento que nada tenía que ver con su comportamiento habitual
como soberbia y manipuladora alcaldesa.
Vayamos al testimonio de la ofendida denunciante.
Declaró Isidora Solanas, sin el menor atisbo de sonrojo,
que las continuadas críticas de mi blog hacia su gestión le habían hecho perder
muchos votos, por lo que, posiblemente, no había ganado las elecciones (como si de verdad hubiera esperado sacar
muchos votos en un pueblo comprado en gran parte por las promesas socialistas
de quien hoy es alcalde, González Arruga).
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Solanas vestida para un discurso de un pregón |
Declaró Isidora Solanas, sin aportar un solo dato ni
documento que respaldara sus palabras, que hasta un amigo suyo de Pamplona le
había llamado, tras leer el blog, para interesarse por ella (cuando lo cierto
es que las visitas que recibe este blog desde Pamplona proceden de la
Universidad de Navarra y una residencia de estudiantes).
Declaró Isidora Solanas, seguramente queriendo lucirse
con ese feminismo rancio e infantil del que ha hecho gala en no pocas
ocasiones, que seguramente yo la tratada
así por ser mujer. La primera alcaldesa de San Mateo. (Como si el tribunal no
hubiera estado al tanto, por la prensa, de la delirante, absurda y
malintencionada trayectoria de esta mediocre política de tres al cuarto en ese
ayuntamiento).
Declaró Isidora Solanas, con su doblez y falsedad
habitual, a preguntas de su “severa” letrada, que jamás había cobrado un sueldo
municipal siendo alcaldesa (no fue por falta de ganas, sino porque algunos
concejales decentes se lo impidieron a ella y a los otros dos concejales que lo
pretendían). Lo declaró, tratando de reafirmar la idea presentada por la acusación
de que eso del “provecho personal” había sido una calumnia por mi parte. Pero
lo que calló esa gran impostora fue la realidad más allá de sus palabras.
Porque Isidora Solanas no hubiera quedado muy bien ante Su Señoría si hubiera
reconocido que, a pesar del hecho de que el ayuntamiento de San Mateo estaba en
una situación económica penosa en 2011, ella, la alcaldesa de “la legalidad y
la transparencia”, pretendió ponerse un
sueldo de 1.500 €, contando para ello con el apoyo del corrupto concejal de urbanismo y de otra
concejal de CHA que posteriormente abandonó tal idea. El pacto de gobierno, que
ya presentaba algunas fallas por culpa de las traiciones de Isidora Solanas,
comenzó entonces a hacer aguas ante la falta de confianza del resto de los concejales
hacia quienes posteriormente serían el nefasto dúo de gobierno (la alcaldesa y
su protegido el hoy ya condenado exconcejal) que, subrepticiamente apoyado por
los socialistas, demostraría en cada pleno su inutilidad manifiesta para
gobernar el ayuntamiento, y en un par de ocasiones,, la suficiente maldad como
para convertir dos plenos en números de circo en los que el concejal corrupto
pretendía ser el director de pista y acabó emulando a un bufón de una corte
medieval, siendo la risa del público por sus mentiras e impostada voz.
Isidora Solanas declaró todo eso.
Pero, aún con todo lo declarado por ella durante su
intervención en el juicio, aún con la táctica de defensa de su abogada,
tratando de desviar la atención de los hechos en cuestión y usando argumentos
confusos con una estudiada pose de severidad tratando de asustar a quien esto
escribe; aún con el empeño de la fiscal en ver retorcidas intenciones donde no
las había, aún con todo eso, lo más patético para mí, sabedor de tantas cosas
sucedidas antes y durante el mandato de semejante alcaldesa de “la legalidad y
la transparencia”, fue ver sentados juntos a los tres de los más nefastos personajes
públicos para la política de San Mateo:
Al secretario municipal, retirado de la misma querella, a
quien le ofende que se le hable de "talibanes", excepto si él usa tal término
para insultar a otros. Secretario que,
demostrando el control absoluto que ejercía sobre la alcaldesa, contestó a un
concejal, hace ya tres años, en comisión de hacienda, que no permitiría a la
alcaldesa contestar sola a preguntas de dicho concejal. Dicho de otro modo, el
verdadero alcalde de San Mateo en la práctica no dejaba contestar sola a la
supuesta alcaldesa, su amaestrada comparsa.
A la propia exalcaldesa de “la legalidad y la
transparencia”, uno de cuyos pocos y vergonzosos méritos políticos ha sido
proteger a un corrupto durante toda la legislatura (concejal finalmente
condenado en firme), traicionando así la confianza de todo un equipo de
gobierno y boicoteando durante años al concejal portavoz de otro partido para
que éste no estuviera presente en las comisiones de urbanismo. La misma Isidora
Solanas que se quejaba asiduamente del comportamiento del secretario municipal cuando
ella era concejal de supuesta oposición al socialismo villagrasista, e incluso
cuando ya era alcaldesa y, según ella, el secretario no cumplía con su trabajo
porque dejaba asuntos atrasados por pura desidia, tal y como comentaba ella
misma con alguna de las empleadas municipales.
Y al actual alcalde socialista José Manuel González
Arruga, quien, como concejal de la oposición, reveló en un pleno ordinario la
desfachatez de Isidora Solanas al ser contratada por cierta empresa proveedora
de la fundación de la que ella era presidenta. Actitud del entonces concejal,
que no pasó de simple cobardía ante las amenazas de Solanas de denunciar si él
seguía hablando de ese asunto en el pleno. Cobarde sí, por supuesto. Pero aún
mayor intrigante, mostrándose amistosamente en público con dicha exalcaldesa
tiempo después, y charlando los dos antes y después de este juicio como amigos
de toda la vida.
Los tres sentados juntos. Tan juntos como unidos estaban
anteriormente en los pasillos del juzgado; tan juntos como después marcharon
hacia San Mateo. Sin ningún disimulo. Juntos como la banda que han sido durante
estos pasados años con el objetivo común de imponer en este pueblo lo que ellos
entienden por “paz”. La paz del silencio. La paz de los cementerios. La
tranquilidad municipal a la que tanto se refiere este actual alcalde mentiroso
y calumniador cuando un periódico al que él antes denostaba le entrevista ahora
con preguntas pactadas. La “paz” que para ellos es que no se hable ni se
publique nada sobre asuntos como las obras de urbanización del barrio El Saso.
Obras polémicas en las que pocas cosas son lo que parecen y no pocos han
evitado siempre dar explicaciones claras y sin trucos sobre el resultado de
dichas obras y una curiosa auditoría final que nunca lo fue, como acabó
confesando en un juicio el auditor que el equipo socialista de gobierno
contrató en su día.
Yo veía a los tres, sabiendo lo que son y lo que han
hecho, y no podía evitar pensar que esa banda, esa forma de hacer política, la
política del insulto, de la calumnia, de la manipulación y de la mentira, es la
forma de hacer política que gobierna en San Mateo. Es la forma de gobernar que gusta
a sus militantes y simpatizantes, engaña a otros votantes y compra a unos
cuantos, para repartirse el poder municipal y así gobernar, hacer y deshacer a
su antojo.
Al finalizar el juicio abandoné la sala convencido de que
ellos perdían. Y digo “ellos” porque aunque Solanas era la única denunciante
que quedaba en esta absurda y estúpida querella, el resto de la banda estaba
convenientemente representado por los dos anteriormente mencionados
impresentables. El ya entonces alcalde y el secretario municipal. Yo estaba
convencido de que ellos perdían, principalmente porque Solanas había reconocido
los hechos por los que me denunciaba y por los que decía sentirse tan ofendida
en su honor. Que la empresa Cores SL la había contratado. Y eso bastaba para
absolverme. Lo secundario, aunque no menos importante, es que me amparaba la
libertad de expresión y, por mucho que la cuentista exalcaldesa y su impostada letrada
pretendiesen convencer a la juez de lo contrario, el término “déspota” que yo
usé para referirme a Solanas respecto a su gestión como alcaldesa, no era un
insulto, sino la descripción de una forma de gobernar. Al diccionario de la RAE
me remito.
Y Así fue. Fui absuelto de todas las mentiras de Solanas
y, como guinda del pastel, la sentencia le dio un buen repaso a la denunciante,
y por extensión, a su defensa y a los miserables que estuvieron desde el
principio alentando esta cacería contra mí.
Preguntas
en el aire.
Con la connivencia de los concejales socialistas y el
corrupto concejal de urbanismo del equipo de la alcaldesa de “la legalidad y la
transparencia”, ella y el secretario (mejor dicho, el secretario y ella) aprobaron
destinar fondos municipales para denunciarme. Sin embargo, el juez posteriormente
les negó a ambos poder personarse en la causa como Ayuntamiento de San Mateo y
tuvieron que hacerlo a título personal.
.- ¿Se
utilizaron dichos fondos públicos para pagar abogados?
.- ¿De ser así, no deberían ambos denunciantes reponer
ese dinero?
El concejal en la oposición, y posteriormente alcalde de
San Mateo, José Manuel González Arruga, desveló los manejos, reales y nada
supuestos, de la alcaldesa de “la legalidad y la transparencia” Isidora Solanas
como presidenta de la fundación. Incluso en la web de los socialistas
sanmateanos fue publicado un artículo, muy esclarecedor aunque penosamente
redactado, como suele ser habitual, sobre lo que González aseguraba y acusaba.
Dicho artículo iba acompañado con una foto de la infame alcaldesa luciendo una enorme
nariz, haciendo alusión a pinocho y a sus mentiras.
.- ¿Por qué Isidora Solanas no denunció a los
socialistas, pero me denunció a mí por publicar la misma información?
.- ¿Por qué, posteriormente, los hipócritas concejales
socialistas apoyaron con sus votos a la alcaldesa en una comisión de hacienda
para que ella pudiera consignar fondos públicos y denunciarme exactamente por
lo mismo que ellos también habían publicado?
En 2014, al finalizar un pleno extraordinario en el que
el concejal González había llamado “mentirosa” reiteradamente a la alcaldesa (y
con toda la razón), irrumpió en la sala una exconcejal socialista y
expresidenta de la Fundación Santa Engracia, insultando a gritos a Isidora
Solanas, con palabras tales como “mentirosa” y “sinvergüenza”, proferidas ante
los asistentes, entre quienes se encontraba una periodista de la hoy extinta
Radio PSOE Zuera, también conocida como Cadena SER Zuera.
.- ¿Por qué tampoco quiso denunciar esta alcaldesa de “la
legalidad y la transparencia” a la exconcejal socialista?
.- ¿Por qué tanta pleitesía hacia los socialistas?
Isidora Solanas, la alcaldesa de “la legalidad y la
transparencia”, junto a su jefe y señor, el secretario municipal, contrataron a
una empresa informática de Zaragoza para que “investigara” la identidad de
Winchester (todo el pueblo, incluidos ambos denunciantes, sabían que Winchester es mi nick), el
administrador de “El blog de San Mateo de Gállego por Winchester”. Una irrisoria
“investigación” que podría haber hecho cualquier usuario con escasos
conocimientos informáticos.
.- ¿Cuánto cobró la empresa y quien pagó la factura? ¿Pagaron
los denunciantes, o pagó el Ayuntamiento de San Mateo, aún habiendo prohibido el juez que el Ayuntamiento
se presentase como tal en la causa?
Tiempo
de disculpas.
Todos cometemos errores. Y creo, cuando nos damos cuenta
de ello, que lo justo es reconocerlos y pedir disculpas.
Por mi parte, me siento en la obligación de pedir perdón a
ciertas personas (seguro que ellas saben quiénes son cuando lean esto) que
trataron de ponerme sobre aviso en cuanto a la hoy exalcaldesa “la legalista y transparente”,
Teresa Isidora Solanas Rubio.
Un año antes de las municipales de 2011, alguna persona
me previno sobre la doblez del personaje. Semanas después del día de las
elecciones, otro vecino de San Mateo me dijo “habéis hecho bien en sacar a
Villagrasa y a los socialistas de la
alcaldía. Pero Solanas os engañará a todos. Os traicionará a todos”. Ese vecino
tenía toda la razón, y el tiempo se encargó de demostrarlo. Quiero pedir
disculpas a todos ellos por no haberles creído en su momento. Un tiempo después
sus palabras me merecían todo respeto porque los acontecimientos demostraron la
verdad. Día a día, durante cuatro años de vergüenza municipal y política, en el
que el comportamiento de la alcaldesa, algunos concejales tanto del equipo de
gobierno como de la oposición fue verdaderamente lamentable, los hechos dieron
la razón a quienes me advirtieron.
Agradecimientos.
He de reconocer que me sentí francamente decepcionado
cuando, iniciado el juicio, comprobé la ausencia de Miguel Ángel Pinedo
Cestafé, el habitual abogado del secretario Ángel Pueyo y de quienes le
secundan en sus estrategias de denuncias selectivas y persecución en los
tribunales y a quien yo tenía verdaderas ganas de enfrentarme.
En su lugar, defendiendo a Isidora Solanas y su falsa historia
de victimismo, estuvo la letrada Ana Isabel Alcay Villalba, que interpretó penosamente
su papel de abogada severa que trataba de confundir y asustar al acusado, y se
fingía indignada ante mis “graves afrentas” contra una “pobre mujer que, por
ser alcaldesa, era objeto de mis ataques”. Pura comedia. Si, con todo lo que he
tenido que pasar en esta vida, me hubiera dejado asustar por la letrada de la
acusación, que no pasó de ser un remedo de inquisidora, yo me avergonzaría de mí
mismo. Sin embargo, sí me hizo sentir vergüenza ajena el alegato final de dicha
letrada, que seguía insistiendo en mis supuestas malvadas intenciones contra la
denunciante y repetía sin ruborizarse las mentiras de su cliente la
exalcaldesa. Triste modo de ganarse la vida, defender a indeseables
tratando de hacerles prevalecer sobre la gente falsamente acusada.
Sin embargo, a la salida del juicio, tuve que reconocer
que la ausencia de Pinedo me había ahorrado la desagradable experiencia de oír
su habitual tono de voz estridente. Un año antes, durante mi declaración ante
el juez de instrucción, este letrado fue amonestado reiteradamente por el juez por su actitud y su
reiteración en preguntas que no venían al caso. Su tono prepotente tratando de
hacerme admitir hechos infundados y situaciones que solo existían en la confusa
mente de su cliente, el secretario municipal, llegaba a ser hilarante. Aun así,
y habiendo escuchado un par de veces sus turnos y alegatos finales de otros
juicios, convengo en admitir que tampoco estuvo del todo mal no tener que oír
sus aceleradas peroratas. Cosa por la que estoy verdaderamente agradecido.
Conclusión.
Si hablamos de política, San Mateo es un reflejo sin
apenas diferencias de lo que sucede en el resto de España. Políticos que están
ahí no por afán de servicio a la comunidad, sino más bien lo contrario.
Funcionarios aparentemente faltos de principios y sobrados de prepotencia, y un
vecindario, en general y con ciertas excepciones, indiferente a lo que sucede,
o partícipe, sea con sus votos, o recibiendo y proporcionando favores, del
ambiente corrompido que provoca ese inmovilismo letal que sufre este pueblo.
En lo personal, solo diré que me arrepiento profundamente
de haber abierto las puertas de mi casa y dado mi confianza a personajes que, viendo
posteriormente de lo que fueron capaces, no merecían mi confianza en absoluto,
ni la de ninguna persona decente. Durante estos años hubo quienes, una vez
obtenido poder, demostraron la misma bajeza ética y moral que aquellos a quien
tan profusamente habían criticado. Éstos no eran diferentes a aquellos. Y
gracias a Dios, los he alejado de mi vida, para mi propia tranquilidad y la de
mi familia.
San Mateo no es distinto ni de otros pueblos, ni del
resto del mundo. Hay buena gente, que es la que menos se deja ver y la que en
escasas ocasiones decide plantar cara a los corruptos. Y en no pocas ocasiones,
esa buena gente, o gente que parece serlo, es la que te dice que llegará
contigo al fin del mundo, y es la primera en abandonar el barco cuando algún
eminente personaje municipal le “aconseja” no frecuentar mi compañía o la de
otros, o le amenaza, o le compra con insinuaciones de favores municipales. Por
otro lado están los indeseables. Como en cualquier otro pueblo. Los que
aparentan ser respetables personajes, cuando en realidad no pasan de ser meros impresentables
que viven, unos, o pretenden vivir, otros, de lo público y de las prebendas y
mordidas que puedan conseguir desde el cargo que ocupan. Desgraciadamente, este
tipo de vividores suelen tener el apoyo mayoritario del vecindario. Por
sectarismo político, por parentesco, por buscar favores, por simple servilismo,
y en algunos casos… por todo lo anterior al mismo tiempo.
¿Hay políticos honrados en San Mateo?
Categóricamente, sí. Aunque son una minoría.
Los que yo conozco, durante su presencia en el
ayuntamiento, se dirigieron por sus propios principios y lo demostraron desde el
primer día. No se vendieron a la ambición de otros. No se amedrentaron ante
amenazas, no aceptaron “favores” ni se plegaron a la voluntad corrupta de su
propio partido ni del partido contrario. No se arredraron ante el sutil
ambiente hostil que algunos empleados municipales presentaron desde el primer
día de legislatura, dirigido desde fuera por algunos socialistas. Y demostraron
que, por encima de la política, del provecho personal, de la traición y de la
indignidad, un político puede hacer valer su dignidad y su valentía.
¿Saldrá algún día San Mateo del pozo de mediocridad
política en el que se halla sumido?
No me atrevo a hacer un pronóstico. Está por ver si este
pueblo tiene el suficiente capital humano para formar una candidatura que no
persiga escalar puestos en un partido o méritos para hacerse con un empleo que
le solucione la vida. Entre los políticos actuales hay alguna honrosa
excepción. Nada más. Y como excepciones que son, apenas tienen el apoyo de los
vecinos ni de sus propios partidos en Zaragoza, que están más ocupados en sus
propias guerras para conseguir puestos y poder.
La sentencia posterior al juicio se puede leer /
descargar aquí.
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