Durante la legislatura de la nefasta alcaldesa Isidora Solanas hubo un tímido intento de cortar tanto fraude y robo descarado de agua. Por consejo de algunos concejales, la alcaldesa de "la legalidad y la transparencia" mandó sellar varios registros de agua en los que ciertos caraduras aparecían a menudo con cisternas remolcadas por tractores para llenarlas con total tranquilidad. Aquello no duró ni dos días porque, según le contaría esta caricatura de alcaldesa a un concejal al que no tardaría en traicionar prefiriendo apoyar a un corrupto, alguien se presentó en el ayuntamiento a montarle una bronca, y al día siguiente ella ordenó desbloquear las tomas de agua selladas. Nadie tuvo noticias de que los socialistas sanmateanos se mostrasen preocupados entonces por lo sucedido. Ellos estaban a lo suyo, como siempre.
Ahora, años después, como ha sucedido con otras iniciativas, parece que la cosa ya les interesa, pero una vez finalizada la campaña electoral; no vaya a ser que alguna de esas largas familias de agricultores que votan PP en las nacionales y autonómicas y PSOE en las municipales les hubiera restado votos.
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