Se confirmó el cambalache.
La alcaldesa Solanas y su obediente concejal imputado prefirieron pactar
con el Partido Socialista, y cambiar la aprobación de los presupuestos de 2014
por el visto bueno para un proyecto de casa de juventud que los socialistas presentaron
en la pasada comisión de hacienda, y que volvió modificado a la comisión de
urbanismo inmediatamente anterior al pleno extraordinario del pasado 22 de
enero.
Los socialistas apoyaron también a la alcaldesa en los planes que el
secretario y ella presentaron hace escasos meses para convertir a ocho empleados
laborales municipales en funcionarios.
A la salida del pleno el ambiente era de euforia. La alcaldesa veía
aprobados los presupuestos por primera vez desde que gobierna y estaba
exultante. El órdago que los socialistas echaron hace meses, asegurando que no
apoyarían la aprobación, tenía que funcionar, puesto que ellos conocían
perfectamente que Teresa Solanas jamás ha tratado de negociar nada en absoluto
con el resto de concejales que, en su día, formaron el equipo de gobierno que
ella y su imputado teniente de alcalde traicionaron.
La estrategia socialista era de libro. Prácticamente no había margen de
error. Solanas no podía permitirse presentarse a las siguientes elecciones
municipales sin haber tenido un solo presupuesto anual aprobado y sin haber
hecho prácticamente nada por el pueblo, así que pactó de buena gana sin
importar las consecuencias económicas que dicho pacto pueda traer a San Mateo.
Además, con el proyecto socialista, se asegura lo que ya pretendió evitar
al conceder el permiso municipal a la asociación de jóvenes para uso ocasional
de la fiesta de noche vieja: que la juventud de San Mateo no vuelva a
organizarle otra sentada tan mediática a las puertas de su casa, como ya
hicieron en abril de 2013.
El premio obtenido por los socialistas con este pacto es, como ya sabemos,
la aprobación de un proyecto de construcción de centro joven que costará, tras
la pertinente modificación con respecto al primer ejemplar presentado, un total
de poco más de 722.000 €. Bastante más
que la cantidad que Villagrasa comentó a
El Periódico de Aragón, puesto que “olvidó” decir que faltaban por añadir unos “pocos”
impuestos. En las cada vez más cercanas elecciones de mayo de 2015 será
interesante ver quien, en opinión de los electores, logrará adjudicarse el
mérito de este proyecto que, posiblemente ni habrá empezado, o bien estará en
sus primeros pasos. En cualquier caso, muchos seguiremos preguntándonos por qué
la alcaldesa Solanas jamás dio una oportunidad al proyecto de rehabilitación de
discoteca que presento acertadamente CHA por una cantidad aproximada de 600.000
€ menos que el defendido por los socialistas. El misterio de la Sociedad
Municipal de la Vivienda, de la que la secretaria municipal Esperanza Serrano
aseguró que existían posibles irregularidades, y que Solanas, pese a sus
promesas en la prensa, se niega a auditar, siempre está cubriendo con sombra de
duda cualquier iniciativa que se inicia para mejorar el local de la antigua
discoteca.
De modo que tomemos nota hoy de estos 722.000 €, y podremos comprobar si
éste no será otro más de los proyectos socialistas que sufrirá oportunas
modificaciones de precios al alza, oportunas modificaciones de proyecto a
abonar al redactor de los mismos, y posibles y supuestas diferencias entre la
calidad de los materiales presupuestados y los realmente utilizados en la
construcción del edificio. Hay graves antecedentes de esto en la historia
reciente de San Mateo.
En cuanto a opiniones sobre este nuevo pacto PAR-PSOE, yo solo he oído
desfavorables, no tanto a aspectos ideológicos de partido, sino más bien a la
preocupación que supone el hecho de que ahora el ayuntamiento vaya a invertir
más de 700.000 € en este proyecto, mientras que un flamante y nunca inaugurado
centro social sigue cerrado desde la finalización de su construcción, por poner
un ejemplo.
¿Qué garantías pueden tener los sanmateanos de que el precio del proyecto
será respetado, cuando la construcción de El Cubo pasó de 40.000 a 140.000 €, y
la alcaldesa Solanas apenas dio explicaciones en el pleno ordinario
correspondiente?
¿Qué garantías pueden tener los sanmateanos de que el proyecto sea
verdaderamente transparente, cuando la alcaldesa Solanas, al margen del
patronato de la fundación que preside, se aseguró un contrato laboral con una
empresa proveedora de dicha fundación, empresa a la que a su vez benefició la
alcaldesa con la adjudicación de un nuevo servicio? ¿Puede ofrecer garantías un
equipo de gobierno que perpetró un reparto de tierras que tanta polémica ha
provocado.
Y para finalizar, ¿qué garantías pueden tener los concejales de la
verdadera oposición de conocer los detalles del futuro proceso de este
proyecto, cuando entre los dos partidos, CHA y PP, acumulan decenas de instancias
y solicitudes jamás contestadas por la alcaldesa?
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