Desde el 28 de julio de 2011 esperando que el secretario municipal, Ángel Pueyo Fustero conteste a una simple pregunta formulada en pleno ordinario por el entonces teniente de alcalde y concejal de hacienda: ¿Puede una empresa privada auditar a un ayuntamiento?


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jueves, 3 de septiembre de 2015

San Mateo busca ayudas para continuar con la obra del pabellón multiusos. Comienza la comedia que terminará en pan y circo.


Ayer, 2 de septiembre, Heraldo de Aragón publicó un extenso artículo sobre San Mateo.

Concretamente, el asunto principal de dicho artículo es el nuevo pabellón multiusos que está por construir. Un proyecto del ayuntamiento socialista del ex alcalde Villagrasa, que la ya exalcaldesa Solanas trato de usar en beneficio electoral propio durante la pasada campaña para las elecciones municipales. También lo hicieron así los socialistas, que supieron vender mejor el proyecto a los votantes, y supieron también aprovecharse del apoyo que Solanas, la alcaldesa de “la legalidad y la transparencia” les daba en comisiones de hacienda para que la ejecución de este proyecto se aprobase y todos pudiesen atribuirse el mérito de esta nueva obra pública.

Como ya sabemos, los socialistas ganaron las elecciones con una campaña no exenta de curiosas situaciones de matonismo electoral por parte de alguno de sus acólitos (borracho reventador de mitin de los independientes incluido), y la alcaldesa del PAR, demostrando su nula capacidad para cualquier cosa, acabó pasando a la oposición. Cargo que no quiso tener y que transfirió a la segunda de su lista del PAR siendo seguramente ésta la mejor decisión que haya tomado en toda su carrera política.

Una vez vueltos al poder los socialistas, y conociendo el comportamiento de la mayoría de los políticos, que no suele ser precisamente el que coloca en primer lugar el interés de los ciudadanos, y menos cuando hay sueldos públicos y/o de partido que defender, el equipo de gobierno seguirá adelante con las obras del pabellón, que pretenden vender como una infraestructura necesaria para el pueblo.

Siendo el pabellón necesario o no, dependiendo de las interpretaciones y preferencias políticas de cada uno, muchos opinamos que hay algunos problemas más acuciantes que resolver en San Mateo. Problemas acuciantes que causan no pocos inconvenientes a los vecinos de este pueblo y que no parece que hayan sido objeto de una voluntad real de solución por parte de los políticos, y que soportan los habitantes de San Mateo desde hace muchos años, y en algún caso décadas.

Pero el pabellón es el símbolo político de una nueva era socialista. Un símbolo del que pretendió aprovecharse Isidora Solanas a finales de su mandato y que, como algunos ya preveíamos, ella no sería más que el instrumento necesario, es decir, el voto que hacía falta para que la ejecución de la obra fuese aprobada y comenzase a construirse en la última etapa de aquella legislatura 2011-2014 en la que unos pocos, y no solo políticos, nos demostraron hasta qué punto la codicia y el afán de poder pueden arruinar amistades, familias e incluso el futuro de algunas vidas.

En el artículo del Heraldo de Aragón de ayer el actual alcalde socialista muestra su inquietud por conseguir recursos para acometer las distintas fases de las obras del nuevo pabellón. Y así será durante el resto de legislatura. Pero mi vaticinio, que no tiene apenas mérito si se cumple, porque no hay más que conocer un poco el funcionamiento de la política, es que el pabellón se construirá durante el resto de esta legislatura. Veamos por qué.

Como he dicho, cualquiera que conozca un poco el funcionamiento de la política, que suele primar sobre los intereses de los ciudadanos para cumplir, antes que cualquier otra cosa, los intereses de partido, podrá imaginarse que si el PSOE quiere seguir manteniendo el poder en San Mateo (lo que no debería costarles demasiado porque recién comenzada la legislatura ya parece que en lugar de tener una mayoría de 6 sobre 11 ya disponen de 9 sobre 11 con la única oposición de CHA) tendrá que presentar una obra de pabellón acabada con la que deslumbrar a su propio voto lanar y al voto elástico del PP y PAR, siempre dispuesto a apoyar lo que más les engorde el bolsillo.

El PSOE conseguirá las subvenciones, porque el poder socialista provincial y autonómico es muy consciente que este tipo de inauguraciones son el pan y circo con el que entretener al pueblo; y el pueblo en su gran mayor parte, solo quiere ser entretenido. Durante toda la legislatura que está por cumplirse podremos leer artículos de lo que costará conseguir subvenciones, de que las obras penden de un hilo, de que todo habrá supuesto un gran esfuerzo por parte de un alcalde y un equipo de gobierno que es lo mejor que le ha pasado a San Mateo desde que fuera fundado hace dos milenios... pero el pabellón se terminará antes de las elecciones de 2019.

Para las elecciones de 2011, el socialista Villagrasa inauguró el nuevo colegio, cuyas obras estuvieron “suspendidas” oportunamente durante tiempo antes y coincidieron con el periodo electoral de aquél año.

Lo mismo sucedió con la residencia de mayores y el consultorio médico, inaugurados “a tiempo” antes de las elecciones de 2007.

Y lo mismo sucederá con el pabellón para las elecciones municipales de 2019.

Desde aquí me juego pincho de tortilla y coca-cola con cualquiera que quiera dejar un comentario y aceptar mi desafío. El pabellón se presentará al pueblo entre marzo y los primeros días de abril de 2019. No más cerca de mayo, porque hay una ley que prohíbe las inauguraciones de pan y circo en fechas más próximas a las elecciones.

Ya saben. Si alguno tiene agallas, pincho de tortilla y coca-cola. Y si alguno prefiere alcohol, que se lo pague.



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