Desde el 28 de julio de 2011 esperando que el secretario municipal, Ángel Pueyo Fustero conteste a una simple pregunta formulada en pleno ordinario por el entonces teniente de alcalde y concejal de hacienda: ¿Puede una empresa privada auditar a un ayuntamiento?


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viernes, 22 de mayo de 2015

Otra sentencia condenatoria contra Jesús Villagrasa exalcalde socialista de San Mateo de Gállego

La sentencia está fechada el día seis de mayo.

De la celebración del juicio yo resaltaría lo siguiente:

La obsesión del abogado defensor, Sr. Pinedo (el mismo abogado del secretario municipal Ángel Pueyo y de Isidora Solanas, alcaldesa de “la legalidad y la transparencia”) quien pretendió basar su defensa en que la culpa de los insultos de Villagrasa contra la funcionaria municipal eran de Edmundo Núñez, de quien esto escribe, Miguel Sala, y de los blogs que llevan años publicando documentación.

¿Fue un argumento preparatorio, aunque fallido, para usarlo también en el próximo juicio del 10 de junio con el secretario municipal como acusado?

En conjunto, el testimonio de los testigos llamados por la defensa de Villagrasa fue, en mi opinión, absurdo.

El actual candidato José Manuel González Arruga habló, sin que supiéramos bien a qué cuento venía, de Lindisam SL y lo que él aseguraba, tal y como hicieran en el pasado sus compañeros de equipo de gobierno encubierto la alcaldesa de la legalidad y la transparencia y el concejal ya condenado en firme por apropiación indebida continuada, que tanto Edmundo Núñez como Sonia García habían conseguido documentación de tal empresa por medios irregulares. Como ya dije en el meeting del pasado día 18, o el Sr. González miente al asegurar semejante cosa, lo que es muy creíble si nos atenemos a la campaña electoral basada en calumnias que viene desarrollando las últimas semanas, o bien ha sido engañado, lo cual no le disculparía dado que cualquier persona inteligente, que es por lo que él se tiene, habría tratado de verificar tales extremos.

Como “testigo estrella” de Villagrasa se presentó Jesús Sala; el teniente de alcalde de Isidora Solanas, lo que viene a demostrar, como tantas y tantas otras cosas, que en realidad son todos, socialistas, PAR y PP condenado, un solo equipo que se mueve por los juzgados a las ordenes del secretario Ángel Pueyo. Un Jesús Sala defendido desde hace unos años a ultranza por el propio secretario y por el actual candidato socialista a la alcaldía. Nadie se hubiera creído, entre lectores y participantes del foro, que el propio “narsés” acabara por rendirse genuflexo ante el “secretario nacional del movimiento, el caudillo, el 2300 e incluso ante el anterior presidente de El Saso.

Entre titubeos, el protegido por la alcaldesa de “la legalidad y la transparencia” trató de defender a su otrora odiado Villagrasa asegurando, ante la mirada escéptica del tribunal, que había visto “contabilidad municipal en un ordenador de casa de Edmundo Nuñez; que yo mismo le había asegurado que estábamos confabulando contra el gobierno municipal socialista, y que alguien de la sede del PP de Zaragoza le había dicho que “una chica alta”, refiriéndose veladamente a la funcionaria Eva Paesa, había dejado un sobre anónimo con información municipal al la atención de Edmundo Núñez.

Pero lo que ignoraba u ocultaba este mentiroso compulsivo, ya condenado, que prestaba semejante testimonio para defender a un exalcalde también condenado ya en 2012, es que la recepcionista del PP de Zaragoza, respondió con un lacónico “no lo sabemos” cuando Edmundo Núñez preguntó quién había dejado ese sobre a su atención.

Aún más: Lo mismo le respondieron al agente de policía quien fue a recoger dicho sobre, por precaución. Así que de “chica alta” nada. Una vez más, el testimonio de Jesús Sala no vale ni el papel en el que se escribe.

El alegato final del abogado de la acusación fue pronunciado en la misma línea que los interrogatorios a los testigos de la defensa de Villagrasa. Conciso y directo.

El del abogado defensor fue precipitado, demasiado extenso, tropezado y haciendo de los insultos y acusaciones de Villagrasa una defensa a la libertad de expresión que poco tiene que ver con sus delirantes argumentos cuando me careé con él por la denuncia de la alcaldesa “legalista y transparente” y su jefe el secretario, cuando al abogado le parecía extremadamente grave que yo llamase a doña Isidora “la domestica del secretario”. Un abogado incongruente que luego, en pasillos no duda en quejarse de su propio cliente calificándolo como “palizas”.

Y de las palabras finales de Villagrasa, victimistas pero sin el menor arrepentimiento, yo destaco su mensaje de que “me voy de la política porque quiero”. Entre tanto cuento, seguramente no recordaba el escrito elevado al juez pocos días antes por la defensa del propio Villagrasa, en el que se pedía el cambio de fecha de juicio para que el proceso no afectase a su credibilidad política.

Villagrasa puede sentirse agradecido de que la acusación no le sacase los colores recordando sus burdas y zafias frases machistas tales como que “la funcionaria se tocaba el perejil en su puesto de trabajo”. Puede sentirse agradecido de que la acusación haya sido mucho más elegante que su defensa.

Y los otros cuatro concejales socialistas, tres de los cuales repiten en la candidatura a las elecciones, pueden sentirse agradecidos también de que el juez les exonerase de toda culpabilidad al haber estampado sus firmas en sendas mociones en las que el socialismo en pleno acusaba a la funcionaria de cometer espionaje. Como digo, fueron exonerados, por entender el juez instructor que obedecían ordenes de su jefe político. Pero sus firmas acreditan que ellos también acusaron en falso. Y un acusador en falso es el que opta a la alcaldía de San Mateo actualmente.

Otra sentencia demoledora que tira por tierra la prepotencia del condenado y su forma chulesca de hacer política, junto con sus compañeros de partido, como ya hiciera aquella otra sentencia que le condenó por temeridad y mala fé al denunciar a 13 vecinos que pedían las cuentas de El Saso que él, como alcalde, y su jefe el secretario, se negaban a dar a dichos vecinos, y que tuvieron que entregar por mandato de un juzgado. Un exalcalde que no aprende, y que en pasillos, a la salida del juicio, entre sus compañeros, se refirió a mí como “el hijoputa que escribe en el foro”


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