El pleno del pasado 30 de mayo de
2013 tuvo su momento tierno. O ingenuo, si se quiere. Lo cual no está
necesariamente mal en política, porque supongo que todos tenemos nuestro
corazoncito, sea del color partidista que sea.
Una de las concejales socialistas
reprochó a la alcaldesa del PAR que ésta tratase mejor a la concejal popular
que a los del PSOE.
No creo que el hecho puntual al
que se refirió la concejal socialista pueda considerarse como un mejor trato,
si nos atenemos a los insultos, calumnias e insidias personales y traiciones
políticas a las que recurrió la alcaldesa, ante varios testigos en ocasiones,
cuando decidió que los miembros del pacto de gobierno debían ser sumisos a
ella, por los motivos que han ido saliendo a la luz durante este año y medio.
Desde aquél memento hasta el día de hoy, cualquiera que esté un poco enterado
de la vida municipal sabrá que los concejales populares no son precisamente
bien tratados ni por la alcaldesa, ni por el secretario al que le molestan las
grabadoras (y eso que el grabó al Sr. Mostajo para denunciarle) ni por el
concejal de urbanismo al que El Periódico de Aragón ya tilda abiertamente como
“tránsfuga”.
Ni tampoco creo que la queja de
la concejal socialista tenga el más mínimo fundamento, siendo que ella ha sido
testigo continuo de la diferencia de trato que esta alcaldesa oscurantista y
bajo sospecha ejerce contra unos y otros concejales.
De hecho, grabado está y el
público a los plenos ha podido comprobar cómo la alcaldesa trata de frenar sistemáticamente
los comentarios de Edmundo Núñez, (o de retirarle la palabra como práctica
habitual), mientras que los dos primeros concejales socialistas pueden hablar y
hablar contra ella, e incluso llamarla abiertamente “mentirosa” en sesión
pública – con lo que estoy completamente de acuerdo – y no digamos ya cuando se
trata de alentar al uso de subfusiles… eso sí, desde el sentido más demócrata y
progresista posible.
En cualquier caso, la gansada
plenaria de hoy no va dedicada a la concejal socialista porque, insisto, todos
somos susceptibles de pasar por un momento Heidi con montañas y cabritas
pastando. Hasta yo me enternecí en aquella ocasión en la que la alcaldesa
volvía a presumir de transparencia, apenas un par de semanas antes de hacerse
pública la sospecha de un nuevo chanchullo en la fundación que ella preside, y
del que no quiere dar una sola explicación, ni ella, ni su colega el
calumniador público y trepa metepatas oficial del PAR de San Mateo.
En realidad, la gansada plenaria
de hoy va dedicada a la Sra. alcaldesa, a su trato a ciertos concejales, y
también a los momentos cumbre del secretario municipal, quien, en la única
ocasión en la que Edmundo Núñez pidió que constase en acta cierto asunto, le
contestó “A ver si me va a decir usted lo que tengo que poner en las actas”.
Repuesta que, cosas del colegueo, jamás dio al concejal González cuando éste le
pidió, en cinco ocasiones, que constase en acta las respuestas a otros tantos
asuntos con las que la alcaldesa solanas nos entretenía a los asistentes.
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